Fuimos todo nuestro equipo de trabajo y lo pasamos genial.
La comida, increíble, lo más triste de la noche era cuando terminabamos la comida.
Las bebidas, genial.
El ambiente, increíble.
Nos reservaron el restaurante solo para nosotros y no podríamos haberlo pasado mejor.
El camarero que nos atendió, super atento, respondiendo todas las dudas y ayudando a gente con alergias alimenticias.
No podríamos haber elegido mejor sitio.
La comida bien, aunque desordenada… el entrante a compartir llegó al final y los tacos vinieron mal. La atención regular…. Si te dedicas a comida para llevar, no pongas un restaurante para que se siente la gente y atiendas mal… las bebidas (cerveza…) tardaron 20 min en llegar y así con todo, en un local pequeño donde no hacían más que salir platos para llevar. Una pena.
Lo mejor, la amabilidad del personal (una maravilla), seguido por las margaritas (espectaculares). El servicio un pelín lento (algo que quizá es de agradecer en esta ciudad de tanto correr: nos ayuda a parar y simplemente disfrutar del momento, sin prisas). Una gozada de sitio, la verdad. Repetiremos